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sábado, 25 de agosto de 2012

Los amigos y familiares que recuerdan a Vito


Nunca imaginé que este recuerdo a mi papá en su cumpleaños generara comentarios tan lindos de sus amigos y familiares. Me pone muy orgullosa !!
Comparto con Uds los comentarios que me hicieron llegar los que quisieron decir algo de él o que lo recordaron con cariño

Julio Benes
Me parece muy bueno el trabajo de dejar escrito quién fue Vito. Estaba haciendo falta. Las personas mueren realmente cuando ya nadie se acuerda de ellos.
El trabajo está muy lindo. Me encantó.
Vos sabés que nuestra vida en San Juan estuvo siempre muy ligada a tu casa. Yo iba a hacer algún comentario pero prefiero hacértelo llegar primero a vos por si lo querés incluir, si te parece. Te lo mando como adjunto.

“Lo conocí cuando llegó a San Juan subiendo los escalones de la Facultad de Ingeniería de tres en tres.
Vito fue un ser excepcional. Me siento honrado de haber sido su amigo durante más de cuarenta años.
Moderado en el comer y el beber, fue un sibarita, con sus platos especiales, el buen vino y el mejor whisky.  Le gustaba comer con champagne. Desayunaba pan con manteca y anchoas. La salsa picante que traía de Chile era otra de sus debilidades.  Parece que ésa sería la dieta que le dio una mente y memoria brillantes, y una vejez saludable.

Aún hoy extraño el placer de las largas tardes que pasábamos charlando en su casa, o en su biblioteca, que era lo mismo. Fue un bibliófilo consumado, coleccionista de miles de obras.  No sólo los había leído todos, sino que recordaba el contenido de cada uno de ellos. Decirle, por ejemplo:
-Vito, ¿no tenés Los Pasos Perdidos de Carpentier?  (La respuesta era: sí, esperá)
Y buscaba en un fichero de tarjetas:
- A ver …C, C, C Carpentier: El acoso, El siglo de las luces,  La música de Cuba, Los Pasos perdidos,…acá está.   Biblioteca D, estante IV, 122.  
La biblioteca D podía estar en su escritorio,  en el comedor, en algún dormitorio o en el pasillo. Toda la casa era la biblioteca. El libro estaba en su ubicación 122 partiendo de la izquierda; y seguían los comentarios:   - Vos sabés que Carpentier fue un entusiasta adherente a la revolución cubana: Murió hace poco en París, creo que el año pasado, en el 80.  Y después venían los comentarios de la novela que él recordaba muy bien y la comparación con otras de sus obras.  Entre los libros aparecían, de vez en cuando, algunos cartones: eran los libros prestados que no tuvieron devolución.

Además de ser un destacado ingeniero con una inteligencia brillante, fue un humanista en el sentido más amplio de la palabra. Admirador de la Naturaleza y de la Ciencia, conocedor de las Artes y la Literatura, respetuoso de las religiones, generoso y libre de todo prejuicio, un viajero incansable. 

Fue mi mejor amigo, a pesar de la diferencia de edad, que cada vez es menor porque yo sigo envejeciendo y el mantiene sus brillantes 93 años muy bien vividos.
Fue el gran Tío Vito de mis hijos.

Hoy lo sigo extrañando. Extraño esas tardes de largas charlas, su don de gentes sin ampulosidad, con esa sencillez que no podía ocultar su bonhomía.

Él se reía de los que creían que existían los platos voladores. Estoy convencido que era para disimular. Vito era un extraterrestre.
Hoy, en el día de su cumpleaños me hubiera gustado acompañarlo con un buen whisky sin hielo y sin agua, “a lo cowboy”, como él decía.”

Mauricio Benes
Cómo me gustó leer todo esto.  Los recuerdos con Vito son imborrables y están íntimamente ligados a mi niñez y adolescencia en San Juan:  cuando venía a comer a casa y uno nunca quería que se fuera así nos seguía contando cosas, o cuando ya nos mandaban a la cama y con mi hermana Marcela nos tirábamos en el piso de arriba, al lado de la escalera, a seguir escuchando esas conversaciones interesantísimas; los asados en el Cerro Blanco de Zonda; las idas a Amancay; el viaje al sur (nosotros en nuestro Citroën); la casa en Córdoba (la Falda?); los domingos en la casa de los Dufour en el barrio Del Bono, con ese olorcito a café; mi encuentro en París con él cuando fuimos al Jeu de Pomme donde entonces estaba la colección de pinturas impresionistas y post-impresionistas (que ahora están en el Musée d'Orsay) y cuando me llevó a cenar cerca de La Madelaine y comí Coquilles Saint-Jacques por primera vez...  
Ah, y justo hoy (bueh, ayer... ya son las 3 de la mañana) estuve cenando con unos amigos y les conté un par de historias de Vito.  Una de las chicas entonces propuso "un brindis por Vito", así que festejamos su cumpleaños hasta acá en Winnetka.
Un gran tipo.  Papá lo extraña mucho.  Yo también.

Eduardo Martinez
Un par de libros que no volvieron a la biblioteca de Vito fueron los Manuales Dubbel, porque Vito me los "regaló". Pongo esto de regalar entre comillas porque podríamos decir, también, que fue una extorsión.
Un buen día, corría el año 1973, antes de viajar a la Obra de Agua del Toro, mirando la biblioteca de Vito exclamé: "...Vito, no me diga que tiene los Dubbel...", La respuesta no se hizo esperar, porque Vito era desprendido para toda cosa material: "... ¿Por qué, los necesitás? Llevalos...". Mi respuesta: "... Claro, Vito, les voy a dar utilidad en Agua del Toro...".
Vito tomó los Tomos I y II de sus Dubbel forrados en cuero y me los entregó. Con cierto respeto, también con mucha discreción, procedí a guardar los Dubbel en mi bolso porque en breve me pasarían a buscar.
Habrían pasado unos diez minutos y Vito irrumpió en el living diciendo: "... Ah... Eduardo, si no te casás con Mónica me devolvés los Dubbel...".
Bueno después de más de 38 años de casado con Mónica, aún conservo los Dubbel en el mismo estado que Vito me los "prestó" aquella noche de 1973. Ciertamente hoy estos Dubbel son por su antigüedad, no por su información, una pieza de colección. Vito era así, era un tipazo.


Gonzalo Martinez Dufour
Mami, sinceramente me emocioné al leer cada linea de esta publicación del Blog. Gracias por describirlo tan claramente, Vito fue un genio en todos los aspectos.
A veces lamento no haber pasado mas tiempo con Vito y Anita, disfrutando de todos sus conocimientos y vivencias, pero lo cierto es que por la distancia cuando vivíamos lejos, las "obligaciones" del estudio cuando estábamos más cerca y seguramente falta de madurez para entender que la vida "se nos pasa volando a todos"... muchas veces pienso que fue poco el tiempo que compartí con ellos. Tal vez poco, pero valioso sin lugar a dudas.
Hay muchas anécdotas de travesuras de sus nietos (entre los que me incluyo) en la casa de San Juan y en "La Casita" en Córdoba, y que seguramente podremos compartir en tu blog, ya que en muchas de ellas, Vito fue "cómplice" nuestro.

Pier Giorgio Caneva
Nuestro MAESTRO un ejemplo de hombre, un privilejio para los que fuimos sus dicipulos
Un orgullo, para hijos y nietos

Sara Maloney
Muy lindo recuerdo de tu padre Mónica, que bueno que eres capaz de hacer estas cosas.
PD. Nuestros padres tenían algo en común, el colegio La Salle ¡¡¡
Papá era mas viejito hoy tendría 112 años…….

Blanca Gunche
Me gustó mucho el escrito de Mónica en el blog, y nos hizo emocionar con la Negra que haya hecho tan hermoso homenaje a su padre.
Realmente extrajo los aspectos destacados de Vito.
 Sin embargo tus comentarios le han puesto más que condimentos a su amor con los libros, la familia  y los amigos!! ja ja .Parece que la extorsión , como decís viene durando por mucho tiempo!!!
Un gran abrazo  Blanquita, la que esta también en la foto del blog, pero con un  añito....o dos....

Marcelo Rins
Verdaderamente muy lindo y emotivo.

Patricia Dufour
Me has emocionado, que grande que era Papito

Gabriela Rins
Hoy lei el blog de monicacha y he llorado a moco tendido. Siempre pensé que Vito y Anita eran inmortales. Y no estaba tan confundida.

Carlos Ernesto Fuschini
Primi, muy buena la biografía. Yo no sabía casi nada de lo que cuentas.

Macarena Laso
Me quedaron grabadas las tortillas quemadas al rhum, receta que en casa siempre se repitió.
Otra cosa que me viene a la memoria son los mega rompecabezas que se armaban en la casita de Córdoba.
¡Cuánta alegría me da haber podido compartir algunos momentos con ellos (Vito y Anita)!
Gracias Mónica por el blog, es muy lindo.

Sebastian Garcia Costignola
Qué linda historia, me la deboré! jeje, me encantan las historias de este tipo. Qué lindo ejemplo de trabajo y sacrificio, un grande!

Alejandro Kupfer
Que linda esta resena y el feliz recuerdo !
Muy agradable, para cualquiera que asi la lea

Celina Gismondi
Que lindo Monica!!!! Felicitaciones por lograr guardar y pasar a tus hijos este recuerdo tan lindo

Carol Cowper
Es muy emotiva la biografía que hiciste del querido tío Vito,al que siempre admiré y tuve el privilegio de haberlo tratado bastante yal qué siempre le mandaba postales para las fiestas y a Anita también ,por supuesto .En su último viaje a Bahía Blanca me enseñó a jugar al dominó,!  cómo nos divetíamos!!!!!!!!!!!!! Era facinante escucharlo hablar cualquier tema (mi viejo no hablaba nunca) asi que se veía la diferencia,.Nuevamente gracias por hacerme compartir éste grato momento.

Eduardo Martinez
Esto es una parte de la cosecha sembrada por tu padre, también, por tu iniciativa de escribirlo en tu blog
Ahora, tienes que escribir sobre tu madre. Ella, con sus pausas y con sus silencios que para ellos razones siempre hubo, también supo simples las cosas importantes.
Te felicito. Eduardo

Silvia U de Benes
Gracias Mónica por traernos en el recuerdo al querido Vito. Nosotros fuimos parte de los herederos de sus libros. Lo más importante fue su amistad.  Siempre gozamos de  la calidez y generosidad con que nos adoptaron junto con Anita a nuestra llegada a San Juan.
Ya grande Mauricio nos confesó que cuando venía Vito y los mandábamos a dormir se quedaban en la escalera para escuchar sus interesantes relatos.
Fue un privilegio haberlo conocido y seguir con y en ustedes,  tan enriquecedora amistad.

Candelaria Laso
Qué lindo Moni! Como para no estar orgullosa, realmente Vito era un grande! Mi recuerdo más vivo es de la Casita en Córdoba...me acuerdo de estar juntando zarzamoras en el fondo de la casa y también de las semitas en el desayuno! Los rompecabezas gigantes que armaban con Anita siempre me fascinaron! 
De los dos me quedaron unos recuerdos lindísimos, a pesar de verlos muy poco, pero realmente eran unos tíos abuelos excepcionales!
Espero ansiosa los cuentos sobre Anita! 
Un beso y como te dije antes, gracias por compartir estas historias de nuestra familia!

Eleonora Martinez Dufour
Mami: Como Gonzalo, me emocioné y volví a recordar tantas cosas lindas que vivimos con Vito y Anita.
Recuerdo su biblioteca, las horas que pasabamos jugando con la maquina de escribir a la inmobiliaria. ja, ja (seguro que Gonzalo y Gabriela se acuerdan) y los despioles que le hacíamos... Yo por mi parte le hurgueteaba todos los cajones... Tambien recuerdo cuando jugábamos a los ladrones y policías (quienes eramos los ladrones? los mas chiquitos, el Pato y yo) y los policias nos encerraban... ja, ja, ja.
Y finalmente como olvidarme de la tortilla que era más rhum que huevo.
Gracias por contar parte de una historia que no sabia y recordarme todo lo demás.

Julian Rins
Realmente me encanto el recordatorio y como te imaginaras me emocione hasta las lagrimas al leerlo. 
La verdad que cuando uno se pone a pensar algunas personas guardan una gran historia atrás de ellos, sin dudas Vito es uno de ellos.
No quería dejar de mandarte estas lineas para decirte esto y agradecerte que te hayas tomado el tiempo, si bien estoy seguro fue hecho con mucho gusto, para recordar a nuestro querido Vito.  Tal como una vez me dijiste,  si bien Vito se fue como vivió, con sencillez, en todos los aspecto de su vida fue un gran hombre y así lo recordaremos siempre y trataremos de seguir su ejemplo. 

Rolo Irigoyen
Creer o reventar. Nacido el mismo día que Borges, y yo siempre recordándolo como que me enseñó a leer...y de sus libros sigo bebiendo...
Te parece que festeje el día del lector, el día de Vito y el de Borges, leyéndolo en libros de su fantástica  Biblioteca  con una copa de cognac Jaquemain ...?

Patricia Dufour
Parece mentira los años que pasaron sin su compañía. Yo y mis hijos somos los que más cerca de él estuvimos y los que más disfrutamos de los dos. 
Todas las tarde tomábamos juntos café con leche, pero papito siempre estaba apurado porque algo estaba haciendo que no podía esperar  
Cada vez que lo necesitaba para lo que fuera, tardaba 5 minutos en llegar, ir a buscar a alguno de nosotros, llevarnos donde fuera, siempre contento, siempre dispuesto. Arreglar la bomba del agua, los tapones que saltaron, aparecía con su super caja de herramientas y después de un buen rato todo solucionado. 
Porque será que uno cuando es joven corre y no se da el tiempo necesario para disfrutar la compañía de ellos.  En realidad yo siempre pensé que ellos iban a estar siempre, nunca pasó por mi mente realmente que un buen día todo iba a terminar.

Blanca Gunche
Mónica: al leer todos los comentarios que han hecho sobre Vito.... no pude menos que ponerme a llorar, y mucho, y tomé conciencia que más de 50 años de mi vida he estado compartiéndolos con los Dufour-Fuschini en familia, visitas y paseos.
También recuerdo las atenciones cuando ya Uds, mis primos,  estaban casados y no vivían con Anita y Vito , siempre dispuestos y acogedores tanto en San Juan como en La Casita de Villa Giardino.
Qué gratos recuerdos que me invadieron, no sólo su fascinante biblioteca, su escritorio con orden propio, las "delikatessen " que nos traía o preparaba, también los  serenos y oportunos consejos o explicaciones de la ciencia y tecnología, o su cuarto de herramientas y colección de tornillos y tuercas en frasquitos, la pucha qué ordenado!!. 
Recuerdo cuando en 1979 viajamos los tres a Niza y luego a Como, Italia, yo debía ir después a Madrid para tomar mi beca de estudios.
Paseamos por la Costa Azul y me encantaba oír a Vito hablando francés con la gente de los comercios, taxis , etc, que lo escuchaban extrañados por la velocidad al hablar y el humor que ponía, pero con un acento diferente....!!! según decían los franceses.
Te felicito prima, por rearmar estas historias de familia y qué maravilla la tecnología que permite que en pocos días se puedan  leer los comentarios.   Blanquita

Carlos Ernesto Fuschini
Moni, te cuento algunas cosas que recuerdo de cuando vito y Anita vinieron a visitarme en Salvador que no sé si te lo he contado. En esa época, que creo fue en el 97 o 98.Vito vino para proyectar la instalación eléctrica y se trajo una valija con todo lo que iría a necesitar porque no sabía que herramientas yo tenía. Se vino con taladros martillos pinzas y no se cuantas cosas más. Te imaginarás lo que que pesaba la valija. Cuando llegó se encontró que yo había construido la casa sin planos y que algunos edificios estaban un poco fuera de escuadra, por lo que me enseño a aplicar el teorema de Pitágoras para que las próxima construcciones no tuvieran esos defectos. Después de eso decidió que era necesario comenzar midiendo toda la construcción y hacer un plano de la casa. Así con la ayuda de uno de mis empleados (yo trabajaba y no estaba todos los días) midió y elaboró los planos. De ésta forma tuvo origen la planta de mi casa y que luego copiada por un dibujante serían los planos que presentaría en la municipalidad. Para esta altura ya había discusiones entre mis empleados para ver quien ayudaba a Vito, porque alrededor de las 10 u 11 de la mañana, para combatir el calor, él tomaba una cervecita (en Brasil no hay buenos vinitos) y no sé si además picaba alguna cosa y lógicamente, el que lo estaba ayudando participaba de la meriendita. Después de terminados los planos comenzó la instalación eléctrica y que continúa siendo la base de la actual. Por supuesto que además estuvimos viajando por el interior de la Bahia y fuimos a Lençóis y a la Chapada Diamantina de donde debe haber muchas fotos de las que tengo algunas. Para mí fue un lindísimo período porque me sentía con el respaldo de la generación anterior, que nunca tuve por parte del lado Hernández Plüss de la familia que siempre fue muy crítica con mi temperamento, mas tirando a italiano que a suizo como el resto. En realidad para los Hernández yo siempre fui un tiro al aire. Hay algunas anécdotas que no sé si te las habrán contado, con la que nos hemos reído mucho también. En aquella época todavía no existían las escalera ni las terrazas que conducían desde el edificio de la entrada hasta abajo y creo que tampoco estaba la piscina. El declive era bastante pronunciado y de tierra resvaladiza. Esto era muy dificultoso para Anita, así que un día, mis empleados se dieron cuenta de los problemas y resolvieron dar ayuda. Así, entre dos hacían una sillita de oro y se cargaban a Anita de abajo para arriba y de arriba para abajo acompañados por las risas de Vito y por las protestas de la Propia.
Esta fue la segunda vez que venían a Salvador. La primera había sido con aquellos amigos del club de Leones y que también fue muy divertida porque yo tenía una pick up y cuando salíamos a algún lugar juntos, las mujeres venían en la cabina conmigo pero los distinguidos profesores tenían que subir a la caja. Vito se reía porque decía que seguramente sus amigos nunca habrían viajado de esa forma tan del populacho.
Volviendo al segundo viaje, creo que estuvieron un mes o más, así que tuve tiempo de disfrutar con ellos. Ahora que me pongo a recordar para escribirte, también me vuelven los sentimientos de aquel momento. Tener alguien de la generación anterior cerca, que colabora con tus proyectos y tácitamente los aprueba, ayuda más que psicológicamente a cargar el peso de las responzabilidades que nos creamos en la vida adulta. El tiempo que Vito y Anita estuvieron conmigo fue alegre y despreocupado sólo por el hecho de ellos estar presentes. Creo que yo tenía mucha más afinidad con tu madre que con la mía y mucho me identificaba con el ritmo activo de tu padre (aunque creo que no lo alcanzo). Lamento que siempre hayamos tenido tanta distancia geográfica entre nosotros.

Nora Ines Fuschini
Querida Mónica : Te haré parte del comentario que le hice a Gonzalo en Mendoza el lunes pasado.Teniendo yo 18 años en un mes de agosto como hoy , viajé a San Juan , allí le festejamos a Vito su cumpleaños , recuerdo que ustedes organizaron todo ,era una fiesta sorpresa, vinieron varios amigos de los cuales recuerdo a Julio , al dueño de la bodeguita de cogñac etc. Anita estaba en Bs As ya que la operaban de la vista. Con Vito conocí Barreales, Jáchal y otras localidades , en el itinerario me explicaba todo con lujo de detalles , luego almuerzo con la gente del Club de Leones .Y en City Bell en la quinta tantas veces que compartían tardes enteras mamá y papá con ellos ,para los de mi casa era toda una fiesta la llegada de Vito y Anita ,jamás dejaron de ir, ellos tenían tiempo para todos, era el tío que sacaba siempre un regalo de su bolsillo y no tenia porqué hacerlo , pero ambos eran tan generosos y cuando vino a Tornquist y me hizo el alargue de la máquina de cortar pasto , hay tanto para contar, y tan lindos recuerdos, eran fantásticos.

Ana Laura Fernandez
Moni, la verdad que muy lindo lo que has escrito sobre Vito, y qué lindos comentarios del resto de la gente.

Maria Laura Dufour
Moni: Recién hoy leo este blog,porque hasta ahora estuve en cama con bronquitis. Que hermoso recuerdo y que bien describiste a tu papá. De ambos, tu papá y mamá tengo muy lindos recuerdos. El que siempre me causó gracia aún hoy, fue cuando en 3º año, estaban Uds. en la quinta y yo estaba luchando con un "teorema" que no me salía, Vito en un abrir y cerrar de ojos me lo explicó, el lunes fui muy ufana al cole y a la profe no le gusto mi solución al teorema, entonces yo muy cancherita, se lo expliqué como me lo había enseñado Vito y se quedó muda, resultado un 10. Besos Moni y sigue escribiendo. Pelusa

Cristina B de  Sanguinetti
Gracias por los envíos referidos a tu padre. Es maravilloso que una hija recuerde así a su ancestro, investigue sus antecedentes y lo rescate para todos del olvido en que lentamente se disuelve la condición humana.
No tratamos demasiado a Vito, pero nos bastaron algunas charlas en Villa Giardino para conocer y estimar su simpatía personal, su trato refinado, su cultura, su sentido del humor. Especialmente recordamos el amor que tenía por las plantas y que es propio de toda persona de bien. Nos obsequió algunas semillas de araucaria, una de las cuales se convirtió en Unquillo en un árbol enorme. En suma que esta acción de rescate y las respuestas que recibiste las merecía Vito por tantos méritos y benevolencias.
Con un abrazo fuerte a Edy, que se casó con vos para no devolver los Dubell ( ?? ), y al resto de tu linda familia un cariño enorme de Cris y Horacio

Cristina Rins
Muchas gracias Mónica, he disfrutado la lectura y el recuerdo de tu padre, uno de los hombres más íntegros que he conocido y un amigo muy querido.

Carlos Cheble
Lo que nunca olvidaré del Ing. Dufour, fue que, por él dejé de fumar.
El subia las escaleras de la Facultad de a 3 escalones y yo me agitaba subiendo de a uno.
Pocos días despues deje de fumar.
Gran persona, Dios lo tenga en su Gloria.

Julio Gallego
Mónica: Ha sido muy lindo leer lo que escribiste y por supuesto recordar a tu querido padre y querido y respetado PROFESOR. Lo tengo, a pesar de los años transcurridos muy presente y con un muy cariñoso recuerdo.

Alejandro O. García Martí
Estimada Mónica: Tu papá fue una persona clave en mi carrera y te diría en mi vida. Él me animó a ser ayudante alumno de su cátedra de mediciones eléctricas y me presentó en Impsa, en donde trabajé 32 años. Muchas veces lo visité en su casa en donde siempre fui bien recibido y siempre me regaló alguna de sus traducciones o trabajos. Tengo una traducción de Superconductividad, otra del Bosón de Gigss (ahora casi descubierto en el CERN), y un viaje a las islas Orcadas del Sur, que tiene varias fotos. Tengo también tres libros que el me regaló. 
Viví un poco de la historia que cuentas de su casa en sus años de jubilado. Desafortunadamente, en los últimos años mi familia sanjuanina pasó por momento difíciles y ya no pude hacer tiempo de visitarlo otra vez, lo cual lamento muchísimo.
Mi hijo mayor se llama Gustavo en agradecimiento a toda la ayuda que  me prestó.
Te felicito por la idea de hacer un blog y contar la historia de tu familia, y en particular por la de tu papá que fue una gran persona.


Maria del Mar Sanou
Querida Mónica: vino mi mamá a Mendoza este fin de semana y leímos juntas lo que compartiste sobre tu papá. Lo disfrutamos a dúo. Ella con sus recuerdos de momentos vividos con Vito y Anita, unos de sus mejores amigos, y yo los míos, como padre de mis amigas. Mi mamá se reía recordando cuando en algún viaje a “La Casita” de Villa Giardino, tu mamá decía, en el momento más inesperado, viendo un arroyito lindo: “Ay, Vito, qué lindo para darse un bañito”, y tu papá, rezongando, desarmaba todo el equipaje cuidadosamente armado sobre el techo del auto, y todos se daban ese lindo bañito. Ja! Para nosotras, Rosa María y yo, tu casa era una típica casa de “puertas abiertas”, donde la gente joven se juntaba a charlar, escuchar música o lo que sea, y Vito y Anita, muy cariñosos siempre nos daban cabida. ¿Te acordás cuando a Rosa María, que hablaba como una locomotora, tu papi le decía “modulá, modulá!” para que hablara más despacio? Nosotras también somos felices poseedoras de libros heredados de Vito, que Uds muy generosamente nos ofrecieron. Efectivamente, lucen en nuestras bibliotecas y tienen, desde ya, un valor agregado sobre los demás libros.
Me encantaron las fotos viejas y la historia familiar.
De su vida profesional desconocía todo lo anterior a San Juan (yo también creo que fue una muy sabia decisión irse a vivir a San Juan). Sabía algo de Las Orcadas, pero nada de tantos puestos interesantes que tuvo. Coincido con vos que fue una pena cuando, en su momento, lo desperdiciaron destinándolo a trabajo administrativo teniendo una formación técnica de avanzada sobre radares.
La verdad que Vito fué un ser único, muy activo y además generoso y desprendido como pocos, con una mente libre de todo prejuicio. Agregaría que Anita fue su complemento justo y eran, en general, una pareja que transmitía seguridad y nada era tan grave que no pudiera resolverse.
Son verdaderas “perlitas” los comentarios de Julio y Eduardo, ambos muy sinceros en su recuerdo, pintando con claridad fotográfica a ese Vito que todos seguimos queriendo.

Rosa María Sanou
Cuando me llegó tu mail, estaba en medio de una correteada de trabajo, por eso no te contesté ipso pucho. Me dio mucha alegría ver que te acordaste de nosotros y nos permitiste compartir esa página tan linda y emotiva que escribiste/armaste para Vito, en ocasión de su cumpleaños. Qué  buena idea.
No hace falta que te diga que cualquier recuerdo de mi adolescencia y juventud está inevitable y cariñosamente ligado a vos y a tu familia. Una HERMOSA familia. Como las de antes..., como decían los viejos. La tuya era una casa con un enorme cartel de "Bienvenidos" en la puerta, donde todos -jóvenes y adultos- nos sentíamos super-cómodos.  
 .
Por supuesto, tus papás eran el ingrediente principal para lograr esa fantástica receta. Una pareja especial, que sabía combinar -sabia y sanamente- las discusiones, la diversión y el cariño, y que sin duda contagiaba su espontaneidad y su alegría de vivir. 
Realmente, si Vito viviera, incluso con sus 101 años, seguiría siendo un hombre joven, brillante, de avanzada, original, visionario, culto, de mente abierta, jovial, entusiasta, honesto, sin vueltas, con sentido del humor, muy seguro de sí mismo y capaz de pequeños y grandes gestos: cruzar un salón saltando como rana para invitar a bailar a una joven Anita, prepararles muy temprano el desayuno a sus chicos con un montón de tostaditas con miel y manteca, bajar medio equipaje del auto para tomar un último cafecito -a pedido de Anita, claro- justo antes de emprender el regreso de Villa Giardino, apoyar con todo a una pareja de amigos para que viajen a su país -España-, cuidar a su esposa con todo cariño y   dedicación en sus últimos años y "estar ahí" para sus hijos y nietos siempre que lo necesitaron. 
Moniqueta, vos tuviste el regalo de la vida de tenerlo como papá (yo también fui bendecida con un papá genial, con mucho en común con Vito), pero yo tuve la suerte de conocerlo como íntimo amigo de mis padres y como papá de mi gran amiga de la juventud.
Aunque casi no nos vemos, siempre te recuerdo con mucho cariño. Sos testigo de buena parte de mi vida.

Juan C. González Aubone
Allá por los años setenta trabajé con el querido Ing. Dufour como Jefe de Trabajos Prácticos en sus materias Mediciones Eléctricas y Máquinas Eléctricas. Fue para mí además de un gran maestro, una persona de una calidad humana extraordinaria. Estas cualidades sumadas a su natural vitalidad y entusiasmo por el estudio, fijaron en mí una imagen imborrable que recuerdo con gran cariño.
Como anécdota quiero contarles que, treinta años después, justamente cuando comenzaba el milenio en el año 2000, se armó una gran polémica respecto si el milenio comenzaba en el año 2000 o en el 2001. El Ing. Dufour, ya se había anticipado a este hecho y cuando se enteró sobre mi interés por el tema, me regaló una fotocopia que aún conservo, sobre la Historia del Calendario.
Este interesante trabajo fue tipeado a máquina personalmente por él en el año 1999. Me dí cuenta entonces que uno de los temas que más le apasionaban, era la forma de medición del tiempo a través de los siglos.


Carlos Leone
Corría el año 1963, aunque pudo ser 1964 y por aquél entonces en la materia de Electrónica teníamos un profesor buen conocedor de la misma, el Profesor Zinn. El inconveniente con él era que estaba más preocupado en la construcción del laboratorio del “Leoncito” que en sus alumnos, lo que terminó desencadenando una huelga de alumnos de las que la Facultad no tenía antecedentes. Asambleas en el edificio “nuevo” y en la plaza 25 de Mayo en las que se dijeron muchas cosas e incluso intervino la Policía Federal, pero lo concreto es que el Profesor Dufour fue uno de los más activos en encauzar una solución al conflicto, cosa que luego de algunos días finalmente se logró.
Esta anécdota no tiene nada que ver con la parte técnica de las materias que él tenía a cargo, sino con su parte humana ya que cuando tuvo que jugársela por sus principios y sobre todo por sus alumnos lo hizo con la misma fuerza con la que daba sus materias.
Entiendo que esta anécdota podría haber enriquecido el Blog, que por otra parte me ayudó a entenderlo mejor. Gracias también al aporte de Jorge que va pincelando lo que fueron los comienzos de esa, nuestra Facultad.

Jorge Massaccesi
Comparto todos los conceptos de Carlos sobre tu padre y aprovecho para hacer algo de historia sobre la carrera de Electromecánica en nuestra querida Facultad de San Juan, que muchos conocen, pero quizás los más jóvenes no.
Nosotros pertenecemos a la segunda promoción de electromecánicos (ingresamos en 1960), la primera empezó en el 1959. La carrera se creó por la necesidad de la especialidad para Agua y Energía Eléctrica de la Nación en la zona y el mérito de su creación y crecimiento se lo debemos a la dedicación y el empuje del Ing. Enrique Gatti.
Los dos primeros años se dictaron con los mismos profesores de las materias básicas de las otras carreras, pero cuando iba a comenzar el 3º año de la primera promoción no habían profesores de las materias específicas, entonces el Ing. Gatti y algunos alumnos se dedicaron a viajar a Buenos Aires, La Plata y Bahía Blanca a interesar a profesores para que vinieran a San Juan. Entre los que aceptaron estuvieron los Ing. Dufour, De Luca, Leonetti y Benes. Como eran recién llegado y éramos pocos alumnos se creó una relación muy particular y fuimos amigos además de alumnos, por eso es que los recordamos con cariño. Un afectuoso saludo.

Eduardo Rodriguez Zanetti
Tengo una pequeña anécdota y es con el Ing Dufour ....... hacia poco que me había recibido y estaba trabajando en el laboratorio de Absorción Atómica del Centro de Investigaciones Mineras con los Ingenieros Rudolph y Matar y se me ocurrió poner en marcha un equipo PERKIN ELMER recientemente adquirido a la Compañía City Service...y cuando estaba en la parte final me encontré que necesitaba un variador de voltaje y no tenía donde sacarlo..Busqué por toda la facu y llegue a la conclusión de que el único que podía ayudarme era el LOCO DUFOUR...no me simpatizaba la idea porque tenía una idea equivocada de él...hice un esfuerzo y me dirigí a donde tenía todo el instrumental me presenté y le plantee mi problema...antes de que me diera cuenta había agarrado unos cables con sus respectivos terminales cocodrilos, puestos en la boca,  y con dos variadores, uno en cada brazo me dijo VAMOS y media hora después estaba poniendo en marcha el equipo gracias a su colaboración.

POR SUPUESTO QUE LO INSTALÓ SOLO YO....YO SOLO MIRABA...QUÉ TIPAZO...UN LOCO CON MAYUSCULAS.
Cabeza /Eduardo Rodriguez Zanetti)

Ernesto Ferrer
Querida Monica  Tanto tiempo!!!
Guardo de tu Viejo los mejores recuerdos.  Fue una gran persona y un gran profe.
Queres una historia?   acá va
Una vez, haciendo un trabajo practico de Mediciones  Eléctricas con el grupo que formabamos   Nestor Varini , Ariel Vitali ,Bety Slavick y yo, nos olvidamos de poner una característica  de un instrumento  de medición  en el informe que le presentamos a tu Papá.  Como estaba cansado de insistir  que  teníamos  que poner TODAS las características de TODOS los instrumentos, nos levantó en peso y nos hizo repetir la práctica.
La práctica en cuestión era sobre termocupla. Un extremo de la misma  iba a un recipiente con agua caliente y el otro a  un recipiente con agua fría y había que medir la diferencia  de potencial que se producía por  esa diferencia de temperatura.
Cuando le presentamos  este segundo informe y pusimos las características de los instrumentos  usados ,POR HACERNOS LOS VIVOS, le incluimos además del minivoltimetro y alguna otro instrumento  por el estilo, las características de LOS DOS RECIPIENTES : 1 lata de  leche en polvo Nido  capacidad xx cm3 marca  Nestle etc etc ( este  era  el de agua caliente) y una lata de leche condensada marca Nestlé  capacidad y cm3  etc etc .( EL DEL AGUA   FRÍA O EL  HIELO,NO ME ACUERDO))
Se lo entregamos a tu Viejo al terminar  en el laboratorio y cuando nos íbamos yendo escuchamos un  grito " No se vayan, vengan para acá"
Nos quedamos  petrificados ,sobre todo Bety  ( que será de su vida?) que era una chica muy tímida y además  era la única mujer  de nuestra promoción de electromecánicos  ( creo que fue la primera alumna de electromecánica ), Bety se agarró un  jabón que  ni te cuento.
Llegamos  a la puerta de la oficina de tu Viejo  medio con la cola entre las piernas y nos lo encontramos con  una cara de "enojo" tremendo y nos dijo que si nos creíamos vivos, que era una falta de respeto etc etc... y de repente se sonrió ( casi que se rió)  y nos dijo, "No se  asusten" y que LO QUE HABÍAMOS HECHO PARA ÉL NO ERA UNA AVIVADA, SINO LA PRUEBA PALPABLE DE QUE HABÍAMOS APRENDIDO LO IMPORTANTE DE ESPECIFICAR LOS INSTRUMENTOS EN UNA MEDICIÓN. y QUE SEGURAMENTE  NO LO OLVIDARÍAMOS  MAS Y ASÍ FUE. 
DE HECHO HOY CUANDO ME HAN  PARADO PARA UN CONTROL  DE ALCOHOLEMIA  LES HE PREGUNTADO SI EL INSTRUMENTO  ESTA DEBIDAMENTE  CONTRASTADO Y SI ME PUEDEN  DAR LAS CARACTERÍSTICAS DEL MISMO!!! LOS  CANAS NO ENTIENDEN LO QUE SIGNIFICA PARA MI  HACER ESAS PREGUNTAS.
Como te dije, siempre me acuerdo de tu papá con mucho afecto y de esta pequeña historia que además involucra a dos hermanos del alma como fueron Nestor Varini y Ariel Vitali quienes  ya no están más  físicamente entre nosotros, pero que siempre  llevo en mi recuerdo, no sólo como compañeros de colegio, de  facultad , sino también  compañeros de uno de los deportes mas hermosos que existen, el andinismo ( subimos  varias montañas juntos de la cadena del Plata y tengo fotografías con ellos en esas aventuras  adolescentes puestas en un lugar de privilegio de mi escritorio, en mi casa). Y también de Bety. Una chica encantadora que, en medio de tantos  varones, siempre supo  mantener su lugar y su feminidad y se ganó el   respeto de todos.
Bueno esta  es la  historia y tal vez sirva para disparar otras.
Lo copio   a Jorge Vivaldelli, por si quiere compartirla con otros.
Monica te mando un afectuoso abrazo




martes, 21 de agosto de 2012

a 101 años del nacimiento de mi padre Gustavo Dufour


Mi padre Gustavo Alberto Dufour nació en la ciudad de Buenos Aires el 24 de agosto de 1911 en la casa de la calle Independencia 2072 donde habitaban sus padres, Gustavo Marcos Pedro Dufour de 40 años y Herminia Gervaso de treinta y tres años. 



Mis Abuelos Gustavo y Herminia eran los propietarios de la Casa de Modas Gardiol ubicada en una casa de dos pisos en la calle Florida 589. En el primer piso estaban los salones de venta y de prueba, el escritorio de mi Abuelo Gustavo Dufour quien estaba a cargo de la parte administrativa de la Casa de Modas. El taller de costura también se encontraba en el primer piso ubicado en un patio techado con vidrios. Completaban las instalaciones de este primer piso un baño, la cocina y un comedor de diario que daban al patio del fondo. Una escalera llevaba a un entrepiso que contaba con tres habitaciones y un baño, y al piso superior. Este segundo piso de la casa de la calle Florida 589 estaba habitado por la familia y tenía siete habitaciones y un baño. La casa había sido construida hacia fines del siglo XIX y tenía ascensor, pese a ser antigua.


En esta casa vivían Gustavo y Herminia con sus tres hijos 


Gustavo Dufour (padre) con sus tres hijos
(de izquierda a derecha): Marcos (Coco),
Herminia (Chicha) y Gustavo (Vito) 

Como ocurrió en muchas familias de origen italiano, varios hermanos compartía la casa. Este también fue el caso de los Dufour-Gervaso. Mi abuela Herminia, sus hermanas Fedora, Aida y Palmira y su hermano menor Armando también habitaban la casa. Mi Abuelo Gustavo muere joven, a los 54 años de edad en 1925. La familia continuó habitando la casa y trabajando la Casa de Modas de la calle Florida 589 hasta el año 1930, cuando la debacle económica de 1929 llevó a la quiebra muchos negocios y entre ellos, a la casa de modas que se proveía de telas y vestidos desde Europa.
Mi abuela Herminia con sus hijos Marcos (Coco) y Gustavo (Vito) 
en la rambla de Mar del Plata Aproximadamente año 1920
Qué modelitos usaban !!!!

Mi papá fue siempre buen alumno. Cursó sus estudios primarios en la Escuela Nº 4 del Consejo Escolar José Manuel Estrada donde había concurrido también su padre Gustavo. El primer año del colegio secundario los cursó en el Colegio Lasalle que se ubicaba en la calle Ríobamba 650 de la ciudad de Buenos Aires.

A la izquierda, Vito en el Colegio Lasalle
de la ciudad de Buenos Aires en el año 1925

Vito (así le decían) terminó sus estudios secundarios en el año 1932 con el título Electrotécnico en la Escuela Industrial Otto Krause. En ese momento la familia  estaba a cargo de un tío suyo, Don Rafael Lasalle, casado con su tía Fedora y se mudaron a La Quinta ubicada en lo que ahora es Gonnet, sobre el camino General Belgrano Km 8.

En el año 1933 comienzó sus estudios de Ingeniería en la Universidad de La Plata donde se recibió de Ingeniero Mecánico Electricista en 1938 y de Ingeniero Civil en 1940. Después de recibido hizo su servicio militar en el Regimiento de Zapadores Pontoneros de San Nicolás, provincia de Buenos Aires.

Vito, agachado a la derecha en el Servicio Militar en Zapadores
 Pontoneros de San Nicolás, Provincia de Buenos Aires.

Su primer trabajo fue en el Observatorio Astronómico de La Plata en las áreas Geofísica, Geodesia, Astronomía y Gravimetría, Entre los trabajos efectuados en el Observatorio fue comisionado a las Islas Orcadas del Sur para efectuar una medición gravimétrica.

04 de Junio de 1940.
De derecha a izquierda: Gustavo (Vito) Dufour, Enrique Levin, José
Mateo y ... ...,en Chubut, durante una campaña gravimétrica

Vito trabajó también en el Correo Central de la República Argentina como jefe de la Sección Técnica de la Dirección de teléfonos cargo obtenido por concurso, y en el Ministerio de Aeronáutica.  Por el cargo en este ministerio, al término de la Segunda Guerra Mundial,l fue Becado para estudiar en Londres las últimas tecnologías en materia de telecomunicaciones que se había desarrollado hasta ese entonces, con el objeto de implementarlas en Argentina:


  • Años 1946-1947: Cursó el ultimo año de la especialidad Telecomunicaciones y materias de posgrado en el  Imperial College of Cience and Technology (Universidad de Londres)
  • Año 1947: Curso completo sobre radar en el Marconi College de Londres.
Cuando  volvió a Argentina dispuesto a ofrecer todo lo que había aprendido (Destaquemos que expertos en radar no había muchas personas en el mundo en ese momento, ya que este dispositivo se desarrolló durante la segunda guerra mundial), el Ministerio de Aeronáutica lo destacó a un puesto administrativo desaprovechando los conocimientos adquiridos en Londres. En esa época trabajó en la Dirección General del Material Aeronáutico como Segundo Jefe de la Dirección de Radiocomunicaciones, fue Representante del Ministerio de Aeronáutica ante la Comisión de Estudios y Proyectos para el aeropuerto Ministro Pistarini (el aeropuerto de Ezeiza de Buenos Aires) para todo lo referente al control del transito aéreo. Participó en el mantenimiento de las instalaciones radioeléctricas del aeropuerto Ministro Pistarini, y fue  Inspector de los trabajos de instalación de los equipos radioeléctricos para el control del tránsito aéreo en el 4º piso de la aeroestación, entre otras tareas desempeñadas

En la decada del 50, aburrido de realizar tareas administrativas, renunció al Ministrerio de Aeronáutica y comenzó a trabajar en la empresa Electrodinie como jefe de la sección de Corriente Débil, hasta que dicha empresa que era estatal, se privatizó y fue comprada por sus empleados. Como él no quiso participar en la privatización comenzó a buscar trabajo. Recuerdo que se presentó en un concurso para ir a trabajar a algun pais de África ... por suerte no fue elegido. Si recibió una invitación de Enrique Gatti para ir a trabajar a San Juan en la incipiente carrera de Ingeniería Electromecánica dependiente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad nacional de Cuyo, puesto que aceptó gustoso.

Quiero destacar que paralelamente a su carrera profesional mi padre ejerció la docencia desde que se recibió. Se desempeñó como profesor en distintos Establecimientos Educativos (Escuela Industrial Nº 7, Escuela Superior Técnica del Ejército, Universidad Tecnológica Nacional Facultad Regional Buenos Aires

Se casó con Ana Margarita Fuschini en febrero de 1946 y del matrimionio nacieron cuatro hijos. La hija mayor murió a los pocos días de nacer mientras estaba becado en Inglaterra. Sus otros tres hijos nacieron en Argentina

Año 1946:  Una parte de la familia en la Quinta "Las Calas" en Gonnet. (de izquierda a derecha) Paradas: las Tías Fedora, Aida y Palmira. Sentados en segunda fila: mi Abuela Herminia, mi Tía Marta Fuschini, y mi Tío Coco Dufour. Sentadas en el piso: mi Tía Blanca (La Negra) Fuschini, mi Tía Teresita (la esposa de Coco), mi Madre Ana Margarita Fuschini con Blanquita Gunche Fuschini en brazos, mi Tía Chicha Dufour y una amiga de la familia: Dorita Campini. Sentada en el pasto, adelante de todos, María Laura Dufour (Pelusa, hija de mis Tíos Coco y Teresita)

En el año1962 mi padre cambió radicalmente su vida y se mudó a San Juan con la familia. El cambio fue enorme … pasar de vivir en BsAs viajando en tren a su trabajo a las 6 de la mañana y volviendo a casa a la noche … a vivir una vida pueblerina tranquila y llena de amigos. Siempre dije que esta eleccion de vida fue fantástica para toda la familia  

ferstejo del cumpleaños de 15 de Patricia


En esta etapa de su vida solo ejerció la docencia como profesor dedicación fulltime en las materias Mediciones Eléctricas y Máquinas Eléctricas en la Facultad de Ingeniería, Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Cuyo, posteriormente  en 1973, la Universidad Nacional de San Juan, donde trabajó hasta jubilarse en el año 1981. La facultad fue su segunda casa.

Fue una persona muy inteligente y recta. Tenía un carácter optimista por naturaleza. Su hobbie fue estudiar la historia de los relojes y leer. Es más, mi Padre era un amante de la lectura. Siempre recomendaba a los amigos los libros buenos que leía y así los prestaba. Muchos libros volvieron a las estanterías de su biblioteca, pero otros no. Él era conciente de esta situación y poco le preocupaba porque la solución ya la tenía implementada. Para que no se le "perdieran" los buenos libros de su biblioteca, Vito compraba a menudo dos libros igluales, uno para guardar y otro para prestar. Dejó al morir una gran biblioteca con textos de todo tipo en castellano, francés e inglés, idiomas que conocía perfectamente. Sus hijos procuramos que estos libros se repartieran en la familia y entre sus amigos. Cada cual eligió los libros de su agrado. 

Con mucho placer he podido apreciar años más tarde que una buena parte de esos libros hoy "lucen" en las bibliotecas de nuestros amigos, quienes también fueron amigos de mi Padre. 

Ya jubilado no se aburrió nunca, siempre tuvo un tema del cual ocuparse: ordenar su biblioteca, escribir sus memorias, hacer la telegrilla todos los días, traducir textos con temas locos como “Los atractores extraños”, “El caos determinista”, “El orden caótico”, “El boson de Higgs”, “Vitrajes”, “Superconductividad” y otros. En los últimos años aprendió computación, aunque él decía que saber computación era poder desarrollar programas para resolver problemas y no utilizar los que Windows te ofrecía. Todas las tardes jugaba Carta Blanca por el termino de una hora.

Disfrutaba calculando y ejecutando instalaciones eléctricas varias para los amigos y parientes, y malcriando a sus nietos cocinandoles papas fritas y huevos fritos … y tambien tortillas al rhum que eran su especialidad.

Vivió en San Juan hasta su muerte acaecida en Febrero de 2005 a los 93 años de edad.

PD Hay una cosa que nunca entendí : Le gustaba el arte, la pintura y la escultura pero no lo aplicaba a los trabajos que hacía .... las lamparas de pie de hierro soldado con pantalla de cartulina eran un verdadrero bodrio aun cuando ponía su empeño en ser prolijo !!

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