Antes de contar la aventura de mi abuelo en la
Patagonia quiero poner en contexto histórico la realidad que se vivía en esos
lugares. En la década de 1910 a 1920 Santa Cruz era un centro de producción de
lana con destino a la exportación, con grandes latifundios de tierras
fiscales. Por esta razón empresarios argentinos
arrendaban tierras con el fin de criar ovejas y comercializar la lana que tenía
muy buen precio a nivel internacional. Como dijimos la mayoría de la tierras
eran fiscales y la manera de obtener su uso fue reglamentado por distintas
leyes promulgadas por diferentes
gobiernos
Así la ley
4.167 sancionada en 1903 tuvo el objetivo de
corregir el manejo administrativo de la tierra fiscal en general. Producto de esto
se estableció la exploración y la mensura de todo terreno fiscal antes de su
adjudicación. El otorgamiento podía realizarse por venta directa, por arrendamiento, por donación o
por venta en remate.
El organismo encargado de la administración de la
tierra pública fue la "Oficina de tierras y colonias" creada con
la ley 817. Este cuerpo se encargaba de efectivizar las leyes 4.167 y 5.559, en
realizar las mensuras y divisiones parcelarias del terreno.
La
"Oficina de tierras y colonias" tenia facultades para otorgar concesiones en venta dentro de las
colonias o pueblos y suscribir los boletos provisionales de venta, dar
preferencia en las adjudicaciones a los ocupantes que hayan realizado mejoras
en el lote, acordar permisos de ocupación provisional a inmigrantes, fijar
plazos para el cumplimiento de las obligaciones, declarar caducidad de estas y aprobar
licitaciones. El poder Ejecutivo se
reservaba el derecho de suscribir, los títulos de propiedad de los contratos de arrendamiento.
En este
contexto histórico es que José Fuschini y Florencio Puchulu inician sus
trabajos en la Patagonia realizando las mensuras necesarias para que los
arrendatarios y adjudicatarios de tierras
obtengan los permisos necesarios para la utilización de los campos. Así
viajan a la Patagonia en dos oportunidades entre los años 1916 y 1918
No está de
más recordar las condiciones precarias en que se vivía en nuestro sur, muy poco
poblado y con grandes estancias que abarcaban grandes latifundios. En el libro
“La Patagonia Rebelde” de Osvaldo Bayer se describe la vida en la Patagonia
algunos años después, cuando se produce el alzamiento de los obreros contra la explotación de los patrones en
los años 1920 y 1921.
A
continuación transcribo alguna de las cartas escritas por José a familiares y
amigos contando sus experiencias en el sur. Adjunto las cartas porque creo que la mejor manera de enteder lo que sentían estos hombres es ponerlo en primera persona
Primer viaje: De septiembre 1916 a abril 1917
Mónica: Este trabajo que has iniciado hace mucho tiempo, con el atesoramiento de documentos y con tus investigaciones en diferentes fuentes, es invalorable. Un resultado tangible es el hecho que has conocido a tus ancestro de un modo inusual. Al mismo tiempo, como vos dices, los has rescatado en el tiempo. Estoy convencido que ésta es la forma de honrarlos, es más, pienso que ésta forma tiene más valor que lo que pueda entregar el brillo de un bronce, o la tenencia un recuerdo material oculto en un ropero, puesto que en estas historia pones de manifiesto la obra que ellos realizaron en vida. Te felicito. Un abrazo, Eduardo.
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