Mis abuelos José y Margot compraron un campo a fines de 1918 en Villa Mercedes, provincia de San Luis y se fueron a vivir allí con sus hijos Anita (6 años), Belisario (3 años) y Delia Rosa (1 año). Tenían poca experiencia en el manejo del campo y esta carta así lo muestra.
Charlando en Buenos Aires con mi prima Blanquita me contaba que cuando José compró el campo decían por alli " ... ese ingeniero loco que compró un médano ...". Despues de muchos años y mucho trabajo el campo dio frutos y fue muy importante en la vida de toda la familia
La que sigue es una carta de Rosa donde le explica a José como cuidar a las gallinas cluecas y es muy divertida.
Agrego también la carta original
Como cambian los tiempos, increible hoy pensar en cuidar o algo parecido con una gallina. A esta generacion ni se le pasa por la cabeza como les llegan los huevos y que se hace con las gallinas. Pobrecitas les destruyeron la vida normal a esos animalitos
ResponderEliminarEscribe Patricia
EliminarMónica, bien instructiva y simpática la carta. Evidentemente la "tecnología" y el know How" de aquella época no eran los de hoy, tampoco el sabor de la carne de pollo hoy es comparable con la de los pollos de antes, me refiero a los pollos de gallinero.
ResponderEliminarMe resultaron graciosas dos acotaciones del párrafo "...de manera que hay que vigilarlas ..." (a las gallinas) "... porque son muy brutas...". La primera: la de vigilar gallinas, ¿a quién se le ocurriría hacerlo hoy. La segunda, que las gallinas son muy brutas.
Mónica, qué amena y divertida historia familiar!
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